
METAMORFOSIS: El ciclo eterno del cambio
"Al principio, el mundo era una masa informe de elementos discordantes, un caos sin límite ni fin." —Ovid
La metamorfosis es un proceso ancestral y atemporal, relacionado con ciclos de cambio tan viejos como la propia tierra. Cuando pensamos en transformación, solemos imaginar la naturaleza, donde insectos y animales sufren cambios profundos, emergiendo como nuevos seres, casi como si despertaran de un sueño. Pero no solo la oruga cambia para convertirse en mariposa; la metamorfosis también está presente en la historia humana. Como un río que atraviesa el paisaje, moldeando y remodelando la tierra, los procesos de cambio tienen su propio ritmo y misterio. Como dijo Ovidio en sus Metamorfosis, el cambio no es solo algo físico, es una fuerza que moldea la esencia misma del ser, un viaje de transformación que afecta tanto a dioses como a mortales.
En los momentos de reflexión, reconocemos que nosotros también estamos sujetos al cambio, siempre cambiando como las estaciones. Sin embargo, la metamorfosis no siempre es suave. A veces nos es impuesta, como a quienes son desplazados de sus hogares y ven sus vidas fracturadas por el desarraigo. Entonces, la transformación no es solo crecimiento o renacimiento. También implica pérdida: de identidad, de hogar, de lo conocido. Pero de ese mismo caos surgen nuevas formas de pertenencia, al principio inestables, pero capaces de mostrar una gran resiliencia.
Ya sea hablando de la metamorfosis física de un ser o de la transformación cultural de un pueblo, la esencia del cambio es universal. De oruga a mariposa, del desarraigo a la renovación, la historia de la metamorfosis es una historia de adaptación constante, un recordatorio de que, incluso ante la adversidad, la transformación no solo es inevitable sino necesaria. Y a través de todo, quedan los ecos de lo que fuimos, como una melodía tenue llevada por el viento, recordándonos de dónde venimos.
Words by Rosario Aragón | Photograph by Elena Casanova