SEED 03: COMPOSTING THE EXCESS
THE GARDEN BY MUJJŌ 

COMPOSTING THE EXCESS

10.04.2025
Soltar para hacer espacio a lo que importa

"La perfección se alcanza, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no queda nada más por quitar". —Antoine de Saint-Exupéry 

De igual forma que el compost convierte los desechos en tierra fértil, nosotras también podemos transformar lo que ya no nos sirve en materia prima para una existencia más significativa y alineada con nuestro ser.

En los últimos años he atravesado varias mudanzas, he vivido en espacios muy pequeños y he viajado con frecuencia. Esto, me ha llevado a la necesidad de reducir todo lo material, de vivir con lo esencial y descubrir que no necesitamos ni la mitad de las cosas que poseemos y que se siente mucho más liviano cuando vas ligera de equipaje.

Porque no sólo te desprendes de toda esa acumulación que habita contigo en el plano físico, si no también en el jardín energético de tu mente.

Compostar, en su sentido literal, es transformar residuos orgánicos en abono mediante un proceso natural de descomposición. Es una forma de devolver a la tierra lo que ya no usamos, pero de una manera útil, regenerativa.

Compostar el exceso es más que deshacerse de cosas, es un gesto intencional de soltar, de hacer espacio. Es un proceso de rendición creativa, donde lo que parecía inerte o inútil se convierte en tierra fértil para la presencia, la lentitud y la claridad. Abriendo lugar para que lo que verdaderamente importa pueda respirar, crecer y florecer.

Recogiendo con conciencia ese exceso (cosas materiales, hábitos, pensamientos, emociones, estímulos) y transformándolo en algo que nos nutra. Entendiendo que a veces lo que puede parecer algo desechable (una emoción intensa, un fracaso, una etapa pasada) puede ser fermentado, procesado y convertido en aprendizaje, resiliencia o inspiración.

Composting the excess no es renunciar, es elegir qué alimentar. Soltar toda acumulación como una forma de alquimia personal o colectiva y de rebelión silenciosa contra la velocidad y el exceso. Para convertir así, lo viejo en abono para el crecimiento y vivir más despacio e intencionadamente. Con el tiempo de la tierra, no del ego.

 

  Words & Photograph by Rosario Aragón

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